17 de noviembre de 2009

“Buscamos otra profundidad”

Pablo Benegas, guitarrista y compositor de la mayoría de los éxitos de la banda española, explica el origen del disco que presentan mañana, “Nuestra casa a la izquierda del tiempo”

Los que tienen mucho, o más que la media, no dejan de soñar. En el caso del grupo español La Oreja de Van Gogh, la ilusión pasaba por "protagonizar alguna vez algo parecido al legendario MTV Unplugged de Nirvana".

Llegado el año 2008, decidieron ir por ella. Durante la gira de su penúltimo álbum –el 10º de su carrera, con más de seis millones de álbumes vendidos– notaron que el juego de reversionar y limpiar los arreglos de viejas canciones propias se estaba volviendo algo serio. Estaban acuñando poco a poco el repertorio de aquel hasta entonces imaginario disco acústico.

Ese disco ahora está en la calle, puntualmente desde el 20 del mes pasado, y el grupo que cambió en 2008 a Amaia Montero por Leire Martínez como voz femenina principal llega mañana a Córdoba para presentarlo. La cita será en el Orfeo Superdomo, en mitad de una nueva gira que comenzó en marzo y que ha llevado y traído a La Oreja de Van Gogh del Viejo al Nuevo continente una innumerable cantidad de veces. El reciente disco lleva por título Nuestra casa a la izquierda del tiempo, e incluye 12 canciones.

Lo que sigue es parte de la charla que Pablo Benegas, guitarrista y compositor de la mayoría de los temas, mantuvo vía telefónica desde San Sebastián, ciudad natal de la banda musical situada al norte de España, en la región conocida como Donostia y también como País Vasco.

Que sí, que no
–¿Qué criterios usaron para la selección de temas del disco acústico?

–Pues es un disco que surgió de manera muy musical. Preparando la gira de A las cinco en el Astoria, el año pasado, empezamos con la idea de hacer versiones de nuestras propias canciones. De renovar los sonidos. Y entonces, jugando con esas canciones, nos dimos cuenta de que muchas de ellas, quitándoles los arreglos, dejando la canción desnuda, yendo a la esencia, adquirían otra dimensión, tenían otra profundidad. Y la verdad es que empezamos a jugar con esas canciones, con muchas más de las que están en este disco, y consideramos que habíamos llegado un poco más allá, que habíamos dado un paso más allá con esas canciones.

–¿A qué te referís específicamente cuando decís "darles más profundidad"?

–Por ejemplo, hay canciones que tienen un tiempo, un ritmo, que de repente si las ralentizas, les bajas el tiempo, y les quitas arreglos, de repente la letra y la melodía sobresalen mucho más, toman otro protagonismo. Igual en una velocidad, en un tiempo más rápido, de repente no te has fijado en la letra porque sólo te lleva la melodía. Eso es ir buscando la identidad de la canción.

–¿Cabe la posiblidad de que al jugar de ese modo con los ritmos te salgas del rock o el pop y te pases a otro género?

–Lo de los géneros es tan relativo, ¿no? El pop y el rock van tan de la mano. Yo creo que ambos son una actitud frente a la vida, más que ritmo o sonidos. Si hay guitarras es rock, si hay base electrónica es pop... es un poco relativo. Yo creo que hablar de estas cosas no tiene mucho sentido. Lo que cobran las canciones es otra dimensión. También requieren otra forma de escuchar la misma canción. El que escucha tiene que pararse de otra manera a escuchar la canción y a pensar en ella.

–¿Por qué eligieron a la Orquesta de Bratislava para que les hiciera el apoyo de cuerdas?

–Hemos contado con la colaboración de Miguel Ángel Collado. Él fue la persona que nos ha acercado al mundo de la música clásica. Él ha sido el puente para que nuestras ideas se convirtieran en arreglos de orquesta, y él conocía a esa orquesta porque ha trabajado con ella y eso nos facilitaba todo mucho más, por eso nos sugirió grabar todos los arreglos y la parte de cuerdas con la Orquesta de Bratislava.

–¿Qué le agrega la música clásica a La Oreja de Van Gogh?

–Bueno, para nosotros el sonido es muy diferente. Mucho más limpio, más acústico, tenía mucho sentido la cuerda, ¿no? Desde el principio pensamos que iba a acompañar muy bien nuestras canciones e iba a dotarlas de mucho sentimiento y emoción.

Lorca y Donostia
–El título del disco parafrasea un poema del escritor Federico García Lorca, que ustedes ponen en su web: "Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo, y que tu corazón aprenda a estar tranquilo". ¿Qué entendés por esto?

–Nosotros nos hemos apoyado en esta cita de Lorca porque viene a ser una reflexión sobre el tiempo. Y como para nosotros eran una serie de canciones que eran antiguas, era una forma de referirnos a los recuerdos, era una forma de mirar atrás, de mirar al pasado.

–Están apoyando a la ciudad de San Sebastián como capital europea en 2010. ¿Su planteo es de carácter cultural, político, o de ambos a la vez?

–No, es sólo cultural. San Sebastián, para tener sólo 200 mil habitantes, es una ciudad con un empuje cultural increíble. Tiene un festival de cine internacional conocidísimo, un festival de jazz, otro de publicidad, también conocidos. Es una ciudad muy pequeña pero con un montón de creatividad artística y de inquietudes culturales. Y además es una ciudad preciosa, ¿no? De las más preciosas de España.

El disco nuevo
Las versiones unplugged (desenchufadas) que integran Nuestra casa a la izquierda del tiempo son 12: París, Cuéntame al oído, El último vals, La playa, Rosas, 20 de enero, Jueves, Loa loa, Muñeca de trapo, Soledad, Deseos de cosas imposibles y Puedes contar conmigo. El acompañamiento e instrumentación de cuerdas estuvo a cargo de la Orquesta de Bratislava.

Recital
La Oreja de Van Gogh presentará su nuevo disco mañana a las 21.30 en el Orfeo Superdomo (Rodríguez del Busto y Cardeñosa). Entradas: pista $ 160, $ 130 y $ 100; platea sector rojo $ 120, $ 100 y $ 80.

Fuente: lavoz.com.ar

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